Hola, ¿hay alguien ahí?... bueno da igual, ¿queréis saber cuando fue el día que más miedo pase en todo lo que llevo de vida? …. Hay va lo digo ya sin más preámbulos... fue... el día que tuve mi primer pensamiento, si si habéis oído bien “mi” primer pensamiento, mio propio sin estímulos visuales, ni escritos, ni oídos nada de nada mio y solamente mio, que a que acojona ... ya os lo había dicho, es solo contarlo y ya me esta recorriendo un escalofrío por todo el cuerpo, y no es ciencia ficción.
Los científicos afirman que la materia ni se crea ni se destruye, pero esta afirmación no es aplicable al campo de los pensamientos o … ¿si? Según muchos eruditos no existe nada nuevo, el ser humano no es capaz de crear en la actualidad nada partiendo de cero, es decir, todo lo que podamos crear realmente no va a ser algo único sino que va a partir de algo ya creado, lo que vendría a ser una evolución. Realmente somos los seres humanos “limitados” nuestras aptitudes ya han tocado techo y solo nos queda una opción, desaparecer como hicieran en el pasado otras especies, y dejar paso a una nueva especie con mayor capacitación, ¿somos caducos?
Pero si en la vida hay algo seguro es que nadie tiene razón, nada es totalmente blanco ni totalmente negro, por lo que ninguna afirmación de nadie es mas cierta que la de otro, cada uno tenemos nuestros propios pensamientos sobre la vida y lo que ella conlleva, lo que pasa es que muy pocos seres humanos asumen el riesgo de buscar en sus grandes cabezas tuneadas con las modas de sus épocas pertinentes sus propias respuestas, sino que asumen la estándar, las definidas por un pequeño sector con cabezas con mayor visibilidad.
Hubo un momento en mi vida que me paré y me a orillé y vi la gente pasar, muchos me llamaron loco, otros me ignoraron y hubo incluso quien me ataco …. y no me enfadé, ni me sentí rechazo, me sentí atemorizado. Ahora era Yo, mi cabeza estaba brotando respuestas y preguntas una y otra vez, una sensación jamás vivida, y como todo lo nuevo atemorizado me sentí. Pero llego el momento de la comprensión, todo tomaba sentido realmente nada había cambiado, simplemente ojos y mente se habían sincronizado, el tiempo de hacer una y otra vez lo mismo buscando resultados distintos había concluido, ahora era Yo.
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