Largo caminos recorrimos juntos hermanos, mil penurias sufrieron nuestros rostro. Millones de antepasados muertos, devorados por alimañas y seres humanos. Manos rasgadas, pies rotos por el largo camino, el alma en la mano y el corazón en la boca. Todo por la Tierra Prometida.
Hermano partimos de nuestras tumbas dejando atrás una vida muerta para encontrar ese trocito de tierra donde poder vivir. Sacrificio fue nuestra bandera, pasión e igualdad gritaban nuestras almas. La oscuridad quedaría fuera de nuestras vidas. Una meta vivir, vivir y vivir en paz y armonía.
Los años pasaron, muerte y sufrimiento azotaron sin piedad las almas de muchos inocentes. La lucha siguió sin retroceder. El día llego, la Tierra prometida fue pisada por un pueblo deseoso de vivir en paz. Tras muchas lunas el sueño de un loco se hizo realidad.
Un pasajero inesperado viajo en sus maletas. La oscuridad seguía y sigue latiendo en sus corazones. Esa maldad que les hacia ser esclavos de la vida y tanto sufrimiento llevo a su pueblo ahora latía en sus corazones convirtiendo al pueblo oprimido en el opresor y asesino de inocentes.
El que fue oprimido ahora es el opresor cobarde y asesino. No existe justificación, no importa lo que sufriste, no tienes derecho. Nadie te nombro juez ni jurado de nada ni nadie. Recuerda tu pasado, tú sufrimiento y así comprenderás el daño que estas haciendo.
Maldito hijo de puta detente, solo son niños y sus familias. Son tus vecinos, tus hermanos, son lo que tú fuistes en el pasado, no lo olvides.
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