Un sol abrasador calienta el poco aire que abofetea con timidez su rostro, él es un hombre cansado de vivir que dejó su alma en una caja de cartón que una mujer quemó por simple diversión.
Yace bajo un puente junto a un río donde no navegan barcos. No come, no bebe y hace algún tiempo que no respira.
Hay bajo un puente donde nadie lo ve está ese hombre que un día amó sin miedo y sin limites a una mujer que carecía de corazón. Trabajó y trabajó hasta que sus huesos toparon con el suelo. Ya no era él. Se fue, quién? ella.
Comentarios