Amor, destino... se apagó la luz

Todo empezó aquel maldito día lluvioso de primavera, todavía puedo oír aquellos relámpagos parecía que el cielo se nos caía encima. La lluvia y sobre todo los truenos y el granizo lograron que nuestra amistad mutara a amor en tan sólo unos minutos. Parecía obra de los Dioses todo aquél estruendo, una sinfonía para unir a dos almas solidaria que durante mucho tiempo vagaron por el mundo solas y con más penas que alegrías. La Diosa soledad marchaba y la magia envolvía nuestras vida, se hizo la luz.

Pasaron días que se convirtieron en semanas las cuales se terminaron llamando meses, todo era de color de rosas. Tanta felicidad hacia que las películas más románticas del mundo parecieran tristes. Y llegó el año, doce meses ni uno más ni uno menos era el día marcado en el calendario marcado por los Dioses y tome la decisión.

Compré el anillo más bonito que podía pagar un pobre peón de almacén, alquilé una habitación en un precioso hotel a orillas del mar, todo hasta el más mínimo detalle estaba controlado. Y llegó el día, el día que daríamos un paso firme en nuestras vidas y sellaríamos nuestro amor. Pero la luz se apagó.

Llevabas un vestido largo ceñido a tu escultural figura de color azul cielo, el pelo suelto y ondulado como las olas del mar. Por otro lado estaba yo vestido con un elegante traje oscuro con una bonita camisa color granate. Mis ojos brillaban como el día de la tormenta me arrodille y con mi mano derecha agarre su mano y a la vez con mi otra mano mostré el anillo. En ese mismo momento de magia un fuerte ruido hizo temblar toda la habitación, los cristales se rompieron, los cuadros caían uno tras otro al suelo, algo estaba pasando. Y la magia terminó cuando abrí la puerta.

Humo, gritos y ruido de disparos fue lo que encontré al otro lado de la puerta no pasó ni un minuto cuando escuche gritos dentro de la habitación me giré con rapidez y entre a la habitación. Había dos hombres armados gritando y golpearon con el arma a mi prometida y la tiraron al suelo, al verme uno de ellos me sin dudarlo disparó contra mí y caí al suelo. Hay estaba tirado en el suelo con no menos de cinco disparos en mi cuerpo inmóvil en el suelo sin morir. Y mientras mis ojos podían ver como aquellos dos hombres golpeaban y violaban a mi prometida hasta acabar con su vida.

Dos meses después desperté en una habitación de un hospital y transcurrido un tiempo puede conocer lo sucedido aquella noche. Un grupo terrorista había atentado contra el hotel púes aquella noche se hospedaban altos cargos políticos. El resultado fue doce personas muertas, cuarenta y dos heridos por parte de los que habitábamos de buena fe el hotel y por parte de los terroristas seis muertos, dos heridos y se creé que tres escaparon. La luz se hizo oscuridad.

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