Siempre estarás en mi corazón

Adiós, es raro empezar a escribir con una palabra de despedida pero es lo que toca. Te vas, te echaré de menos. Me marqué un objetivo y sinceramente creo que no lo he conseguido, quizás fui muy ambicioso. Aunque seguro que piensas que mi objetivo era tú corazón debo confesar que estás cometiendo un error. No digo que no me rondó la idea por la cabeza en un principio pero pronto comprendí que eras demasiada mujer para alguien de mi escaso nivel. Personas como tú escasean y rara vez puede alguien como yo gozar aunque sea solo un minuto de tu conversación.

No me despido con pena ni dolor, al contrario, lo hago con amor y toneladas de gratitud. Te lo digo de corazón Gracias. Se que no habrá sido fácil tener que aguantar mis gilipolleces día tras día y sin embargo lo hiciste siempre con una sonrisa. Es algo que nunca olvidaré. Doy gracias a la vida por permitir que nuestros caminos se cruzaran.

Como decía no he conseguido mi objetivo que no era otro que conseguir tú amistad. Nunca me llamaste amigo y en más de una ocasión me lo hiciste saber, sentí dolor no lo negaré pero agradezco la sinceridad. Siento ser menos y no poder ser más. Después de todo aunque no quiero que suene a escusa debo decir que di lo mejor de mí para hacerte feliz, o por lo menos esa fue mi intención.

Se que sueno repetitivo y aunque seguramente nunca leas éstas palabras quiero volver a darte las gracias. El aprendizaje ha sido brutal, lamento no haber podido estar a la altura que mereces, lo siento.

Eternamente agradecido.

Comentarios